Muḥammad ibn al-Ḥasan completó sus estudios primarios y secundarios en el Royal Palace College antes de ingresar en la Universidad Mohammed V de Rabat; allí obtuvo la Licenciatura en derecho en 1985 y, tres años más tarde, una maestría en Derecho Público., Durante un breve período A finales de la década de 1980, el príncipe heredero estudió en la sede de la Comisión Europea en Bruselas. Luego ingresó en la Universidad de Niza en Francia, donde recibió un doctorado en derecho en 1993. Su tesis doctoral versó sobre las relaciones entre la Unión del Magreb árabe y la Comunidad Económica Europea. Fue educado en árabe y francés, y la literatura y el arte estaban entre sus intereses.
con el tiempo, el heredero al trono de Marruecos asumió crecientes responsabilidades en apoyo de su padre, el rey Hassan II., Se hizo conocido particularmente por avanzar en los esfuerzos para ayudar a los pobres. En 1985 su padre le encomendó la tarea de coordinar las Fuerzas Armadas del país. Como la salud de su padre disminuyó en la década de 1990, el príncipe heredero lo representó en una serie de reuniones políticas y funciones ceremoniales, tanto en Marruecos como en otros países.
horas después de la muerte de su padre el 23 de julio de 1999, Muḥammad tomó el trono como Muḥammad VI., El nuevo rey se unió así a otros dos jóvenes gobernantes del mundo árabe-el rey ʿAbdullah II de Jordania, que era un amigo personal, y el jeque Ḥamad ibn ʿĪsā Āl Khalīfah de Bahréin—que habían asumido el poder en 1999 tras la muerte de sus padres.
en junio de 2011 Muḥammad VI intentó detener un creciente movimiento de protesta a favor de la democracia en Marruecos proponiendo una nueva Constitución que, según él, restringiría sus poderes y fortalecería el gobierno representativo. El nuevo documento amplió los poderes del primer ministro y el Parlamento, pero preservó el papel del rey como la autoridad final en todas las áreas del gobierno y le dio control exclusivo sobre los asuntos religiosos, la seguridad y la política estratégica., Los votantes aprobaron la nueva Constitución en un referéndum en julio, a pesar de las objeciones de los críticos que acusaron de que hacía muy poco para abrir el sistema político.