resumen
el sistema hemostático está formado por los vasos sanguíneos, las plaquetas y el sistema de coagulación plasmática, incluidos los factores fibrinolíticos y sus inhibidores. Cuando un vaso sanguíneo se lesiona, tres mecanismos operan localmente en el sitio de la lesión para controlar el sangrado: (1) contracción de la pared del vaso, (2) adhesión y agregación plaquetaria (formación de tapón plaquetario), y (3) coagulación plasmática para formar un coágulo de fibrina. Los tres mecanismos son esenciales para la hemostasia normal., El sangrado anormal suele ser el resultado de defectos en uno o más de estos tres mecanismos. Para una mejor comprensión de la patogénesis del sangrado patológico, es costumbre dividir la hemostasia en dos etapas (es decir, hemostasia primaria y secundaria). La hemostasia primaria es el término utilizado para la formación instantánea del tapón tras la lesión de la pared del vaso, que se logra mediante vasoconstricción, adhesión plaquetaria y agregación. La formación de fibrina no es necesaria para la hemostasia en esta etapa. Sin embargo, la hemostasia primaria solo es efectiva temporalmente., La hemorragia puede comenzar de nuevo a menos que la hemostasia secundaria refuerce el tapón plaquetario mediante la formación de un coágulo de fibrina estable. Finalmente, los mecanismos dentro del sistema fibrinolítico conducen a una disolución del coágulo de fibrina y a una restauración del flujo sanguíneo normal.